Las cortinas de cristal son uno de los productos que más se utilizan para el cerramiento de lugares abiertos de la casa que se desean utilizar durante todo el año, como porches, áticos, balcones y terrazas.
A diferencia de otras estructuras de cerramiento, al no tener perfilería vertical, son elementos que aún cerrados son muy panorámicos y que al abrirlos nos permiten una total apertura del espacio e integración completa con el entorno.
Hay un buen número de fabricantes de cortinas de cristal, pero se debería buscar un proveedor con experiencia, que asegure la entrega y colocación en el lugar en dónde se va a realizar la instalación. Por ejemplo, existe en Alicante, un fabricante de este y otros tipos de cerramiento (https://www.cerramientosabatibles.com/cortinas-de-cristal) que, sin embargo, fabrica para toda España e incluso Portugal, Francia e Italia.
¿Cómo funcionan las cortinas de cristal?
Aunque existen algunas variaciones, el sistema que permite mayor apertura arranca con un primer panel de vidrio que sirve a su vez como puerta y que se rebate contra la pared. Este panel tiene algún tipo de cerradura o herraje que libera la puerta. Existe una multitud de opciones en cerraduras, desde una tradicional para vidrio, hasta cerraduras electrónicas con llave con código de números.
Una vez que hemos abierto el primer panel, los demás son deslizantes y cuando llegan a su sitio pueden salir porque tienen un bulón en la parte superior que coincide con una ranura que tiene el perfil superior.
Una vez que se han deslizado todos los paneles y "apilados" sobre el costado, la apertura del espacio debería ser total.
En algunos casos y según la conveniencia del lugar, existen cerramientos que permiten deslizar una cierta cantidad de hojas de vidrio hacia un lado y las restantes hacia el otro, debiendo analizar detalladamente, cuál es la mejor configuración para cada caso.
El mejor sistema para una cortina de cristal
El mejor sistema para cortinas de cristal trabaja deslizando las hojas de vidrio sobre el perfil inferior, es decir, apoyan todo su peso en la parte de abajo. Las que van colgadas tienden a dejar una cierta holgura en la parte inferior y este espacio es el que provoca los inconvenientes. Cuando llueve, hace viento o ambas cosas, es el lugar más propicio para que se meta algo de agua, viento y frío.
En los sistemas en que el peso lo recibe el perfil de abajo, es más difícil que entre algo, porque el mismo peso del vidrio suele hacer que el espacio sea menor y se consiga una mayor hermeticidad. De cualquier manera, lo mejor será pedir referencias de los fabricantes de cerramiento, para ver que el producto que ofrecen tenga las terminaciones necesarias para lograr el mejor cierre.
Otra de las ventajas de este sistema en que todo el peso recae sobre la parte de abajo es que no se necesita un techo tan firme o con tanta estructura. Cuando trabajamos con estructuras de madera, metálicas tipo steel frame o con simples techos o cielorrasos de placas cementicias o de yeso, los sistemas que van colgados, tiran de toda la estructura con todo su peso, lo que puede dar lugar a que la viga ceda y nos dé algún tipo de problema de ajuste o de rotura del cerramiento.
Por último, las cortinas de cristal que van colgadas suelen necesitar de rodamientos de mayor tamaño en la parte superior para que trabajen eficientemente, los que además tienen que alojarse dentro de un perfil que suele ser bastante más grande, con lo cual estéticamente es difícil de disimular.
La hermeticidad entre los paneles de las cortinas
Los paneles de las cortinas de cristal se acercan uno a otro, se arriman, pero generalmente queda una pequeña rendija tanto en el perfil superior e inferior de aluminio, como entre los vidrios, y que suele intentar taparse con algún tipo de junta.
En el caso de los perfiles, una pieza que sobresale del aluminio, tanto arriba como abajo, hace que al armarse el cerramiento los dos perfiles encajen uno en otro y no haya rendijas.
En el caso de los vidrios, una junta en forma de hache (H) mayúscula con un tamaño acorde al espesor del vidrio, hace que las hojas vayan acoplándose una con otra. Se evitan también así las rendijas, por lo tanto, se logra más estanqueidad y, además, que los vidrios se comporten de forma solidaria, es decir, que no se pueda mover uno de forma independiente al otro sino que funciona como si se tratase de una sola hoja.
Los paneles de inicio, tanto el primero como el último, suelen llevar una junta de silicona un poco más dúctil, para que se pueda adaptar mejor a las irregularidades que pueda tener la pared.
Además, en el caso de que entre esta goma y la pared puede haber algún sitio por donde se cuele algo de agua o brisa, se utiliza un un perfil de remate en ele (L) del lado de adentro, que proteja esta zona y si algo de viento con agua se puede meter, que esta ala lo retenga y la lleve hacia la parte de abajo para escurrirse.
El perfil inferior de la cortina de cristal
Un caso especial es el del perfil inferior en estos sistemas que asientan todo su peso abajo y son características que deben tenerse en cuenta.
Por un lado, deben tener algún sistema de nivelación que permita corregir los niveles del suelo, y en segundo lugar, como los vidrios suelen provocar algún tipo de empañamiento por condensación por las diferencias térmicas, el perfil debe tener un canal para recoger el agua de condensación, o incluso de lluvia, y drenarla hacia el exterior de alguna manera.
Una opción suelen ser perfiles dobles, donde un perfil exterior va fijado al suelo y uno interior se regula mediante tornillos que están en la parte interior del perfil y nivelan las hojas de la cortina de cristal. Estos perfiles suelen tener también un canal de escurrimiento que recoge el agua y la drena hacia afuera por unas perforaciones exteriores.
¿Qué vidrio utilizar para el cerramiento?
Como el sistema que apoya en el suelo no tiene mayor inconveniente con el peso, pueden utilizarse, por ejemplo, vidrios de 1 centímetro. Las dos opciones serían: vidrio templado o vidrio laminar.
En general, el vidrio laminar se utiliza en sistemas en que el perfil permite encajar el vidrio y pegarlo y sellarlo con un polímero estructural, mientras que el vidrio templado se utiliza cuando el vidrio debe ser perforado para fijarlo al perfil.
Diferencia entre un vidrio templado y uno laminar
El vidrio templado es monolítico, un solo vidrio con una gran resistencia a los impactos y al viento. El vidrio laminar o laminado se compone de dos vidrios de, por ejemplo, 5 milímetros cada uno, unidos con una lámina de Butiral de Polivinilo (PVB) que es prácticamente inapreciable excepto en los cantos.
La diferencia es que al romperse, el vidrio laminar, debido a la misma lámina, queda armado, mientras que el vidrio templado se rompe y desarma completamente, por lo que se deberá evaluar el riesgo que presenta cada caso.
Conclusión
Las cortinas de cristal son de los cerramientos más requeridos a la hora de integrar una zona de la casa a la que deseamos dar mayor utilización, sin necesidad de limitar la luminosidad, la visión, la integración con la naturaleza y el aprovechamiento del espacio. Sin embargo, hemos visto algunos puntos que debemos tener en cuenta a la hora de tomar la decisión sobre qué tipo de cortinas adquirir y cuál es el proveedor que más se acerca a cumplir con todas las necesidades que deseamos satisfacer.