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Cómo hacer un aire acondicionado casero en simples pasos

aire acondicionado casero
En épocas de verano cuando las temperaturas se comienzan a sentir sobretodo en las grandes urbes, se hace necesario buscar alternativas para refrescar el hogar o la oficina.

Frente a la necesidad también de reducir la emisión de gases al ambiente y de ahorrar energía, surgen iniciativas para reducir los costos y lograr una climatización acorde a las épocas estivales.

El aire acondicionado es uno de los artefactos eléctricos que más consume en el hogar, un equipo de 2200 frigorías puede gastar más de 60 kwh de electricidad mensual.

 

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Cómo hacer un aire acondicionado casero en simples pasos

Como señalábamos este consumo extremo de energía eléctrica, perjudica notablemente al medio ambiente ya que las fuentes de energía siguen siendo no renovables como por ejemplo: el carbón, el petróleo, el carbón y el gas.

Pero existen alternativas para reducir los costos y obtener beneficios similares a los que nos dan los equipos eléctricos. Esto es por ejemplo el aire acondicionado casero, reciclado y portátil por medio de un tarro de pintura, un pedazo de madera, dos botellas de agua congelada, cinco tubos de pvc, un ventilador pequeño en funcionamiento.

 

El procedimiento para construirlo es muy simple:

  • Tomar la tapa del tarro de pintura y trazar un círculo. Cortarlo por la línea con ayuda de un cúter.
    Aprovechar el círculo que retiraste de la tapa para cortar tiras delgadas que luego utilizarás.
  • Con ayuda de una pistola de pegamento, pegar  pequeños trozos de aproximadamente 2 cm en contorno que recortaste. Hacerlo de manera alternada hasta cubrir todo el borde
  • Cortar 5 trozos de tubos de PVC de 10 x 30 cm.
  • Hacer 5 orificios en el bote de pintura del diámetro de los tubos que cortaste en el paso anterior. Procura dejar una distancia de 10 cm entre cada uno.
  • Colocar un tubo de PVC en cada orificio y utilizar nuevamente la pistola encoladora para asegurarlos al bote de pintura.
  • Tomar un trozo de madera y colocar sobre él el tarro de pintura con la parte de los tubos hacia abajo. Acomódarla para que comience en la mitad del tarro y con ayuda de un marcador trazar el contorno. Obtendrás un semicírculo.

 

Pegar la pieza sobre los tubos con una leve inclinación hacia abajo

Por último, coloca el ventilador por encima, encenderlo y disfrutar del aire fresco.

Otra alternativa consiste en: una caja de cartón (de zapatos, si es grande, o de las que se usan guardar cosas), forro de aluminio, un ventilador de sobremesa de tamaño mediano, dos tubos de plástico anchos y que formen un ángulo recto  y bolsas de plástico para el envasado de alimentos que tengan un cierre hermético.

Así, imitando el comportamiento de cualquier aparato de aire acondicionado, nuestro sistema casero tomará aire caliente gracias al ventilador, que lo introducirá dentro de la caja. Al pasar por ahí, el frío del hielo hará disminuir su temperatura y cuando salga por los tubos, estará más fresco, reduciendo la temperatura de la sala. Cuando los hielos se derritan, sólo hay que volver a meter la bolsa en el congelador, reutilizando la misma agua todas las veces que se quiera.